martes, 25 de junio de 2013

XXXIII Surprise!


Hasta hace un mes, teníamos muy claro que en julio volveríamos a casa. Todos los cambios que han venido en estas últimas semanas nos han hecho darle la vuelta a nuestras decisiones. ¿De verdad queríamos terminar la experiencia tan pronto?. Realmente no. Sentimos que aún nos quedan cosas por hacer. Como digo siempre, en ningún sitio como en el propio hogar, en nuestra querida Gran Canaria rodeados de nuestra gente. Por otro lado, pensamos que esto sólo ocurre una vez en la vida. Nuestros padres nos han apoyado siempre en todas nuestras decisiones, y esta vez la respuesta ha sido clara: En casa, poco hay que hacer en relación al futuro laboral, y aquí al menos tenemos algo.

lunes, 10 de junio de 2013

XXXIII In love!

 Menudo cambio tan grande con la mudanza. Hemos pasado del aburrimiento absoluto de Flemington, a una zona llena de vida. Mar, cafés, dulces, tiendas, puestas de sol, cerveza, gente joven...Aunque relamente nuestra calle pertenece a Elwood, apenas estamos a 5 minutos de St. Kilda, lugar bien conocido por su actividad comercial y hostelera. Hay gente a todas horas, música en vivo, supermarkets, tienditas vintage, bakeries, y todo lo que uno quiera para pasar un rato agradable. No cabe el aburrimiento, sólo sentarse en un lugar a ver la gente pasar ya es un espectáculo. Sinceramente, entre cambios y adaptación al nuevo barrio no hay demasiadas novedades. La única es que mañana comenzaremos a dar los primeros pasos para renovar el visado.

domingo, 2 de junio de 2013

XXXII Nueva etapa, energía positiva


Vistas desde nuestra habitación
¿Por dónde empezar a contar la semana más loca de nuestra estancia? Escribo desde nuestra nueva casa con las pilas recargadas de energía positiva. Ha sido una semana muy movida y con muchas cosas que contar.
Empecemos por el lunes. Nos dimos cuenta de que en apenas dos meses hemos acumulado muchas cosas, por lo que decidimos ir trasladando ropa para no hacerlo todo en un solo día. La nueva habitación sólo tenía un “pero”, que no tenía cama y había que conseguir una, por lo que como les había dicho, íbamos a comprarla. Nos habían dicho nuestros compañeros que el barrio es bien conocido por encontrar muchos tesoros en plena calle. Cuando alguien no quiere muebles, utensilios de cocina o electrodomésticos los deja en la puerta de casa para que lo recoja aquel que lo necesite.