Arenilla, hemos regresado de Australia porque lo que tiene Aitor en los riñones es arenilla. Se pueden imaginar nuestro enfado. Los médicos aquí no comprenden como se atrevieron a dar un diagnóstico así y cómo han recomendado una prueba invasiva como lo es una biopsia. En unos meses Aitor tendrá una ecografía para comprobar que esté todo bien, y el tratamiento es no comer muchos lácteos. Parece una broma, ojalá lo fuese.
Comenzamos a mover hilos en la búsqueda de trabajo, de hecho la primera semana lo encontré. Pero las cosas no podían ser tan bonitas, resultó ser uno de esos trabajos de comercial, donde tienes que dejar el 30% de tu sueldo en pagar tus gastos como autónomo, además de vender cosas un tanto imposibles. No gracias, que me paguen por trabajar, no pagar para que me den trabajo. Este era uno de nuestros temores, no sólo se trata de encontrar trabajo, sino que al encontrarlo no resulte una estafa o que el menos, salga rentable salir de casa para hacerlo. Ahora estamos probando con la zona turística de la isla. ¿No dicen que Canarias come del turismo?, ¿no han llegado un 12% más de visitantes?. Quiero verlo en forma de puestos de trabajo para nosotros: ¡Por favor! Que vengan los guiris al lugar de la "eterna primavera" para servirles copas con líquidos de colores, hacer sus camas y ponerles sus platos, mientras me embriaga el olor a coco de sus protectores solares. Si hay tanta demanda como dicen, bienvenido sea el trabajo, espero que tengamos suerte, aunque esto no ha hecho más que empezar.