2
meses sin escribir en el blog, 3 meses en casa y a punto de cumplir un año
desde que comencé a contarles nuestras penas. Muchas cosas han pasado, les
resumiré estos dos últimos meses donde nos hemos dado de bruces con este país
de pandereta.

Entre
medias, él sigue haciéndose pruebas para determinar que tiene en el riñón. No
tenemos diagnóstico fijo aún, sólo sabemos que tiene arenilla en los riñones y
que expulsa exceso de calcio. Más allá de eso no sabemos nada. Hemos hecho cálculos de
lo que hubiera costado en Melbourne todo lo que se ha hecho aquí y nos hace
reafirmarnos en que, en ese sentido, fue mejor volver. Pero nuestra mente y
nuestro corazón siguen estando allá.

El
pobre de Aitor sigue sin conseguir ni siquiera una entrevista. Yo he corrido
más suerte. Tuve una llamada del banco ING, pero me di cuenta de que era para
vender cuentas con contratos indiscriminados, tenía que hacerme autónoma y en
fin, un trabajo de comercial que no iba a ser capaz de llevar y además contando
a la gente verdades a medias. No puedo con esas cosas así que decidí no asistir
a la entrevista. Más tarde, tuve una entrevista para una tienda de ropa, un
trabajo de 12 horas semanales por Navidad, con una entrevista bastante absurda
y en la que las entrevistadoras no se percataron hasta el final de que había
relación entre el idioma inglés y Australia. Sí, les tuve que explicar que allí
se habla inglés y que ahí fue donde lo aprendí. Para rematar, me dieron la
noticia, como si hubiera ganado el gordo, de que el sueldo serían 200€. Hoy doy
gracias de que no volvieran a llamarme. Finalmente, me llamaron de un trabajo
de promotora por el que había aplicado a través de Infojobs. Me llamaron un
jueves a las 9 de la noche, el viernes a las 11 firmé el contrato y el sábado
30 de noviembre comencé mi primer día de trabajo. Estoy vendiendo turrones en
Hipercor, 30 horas semanales y mejor pago que ninguno de los trabajos que he
tenido aquí jamás. Hablo de 7€ la hora, no seré rica pero estoy bastante contenta.
Se acaba este domingo, pero deseo que mi experiencia turronera sea el comienzo
de una nueva etapa fuera de las colas del INEM.
Durante
este tiempo, hemos recibido muchos mensajes de ustedes, aquellos que nos leen,
a los que hemos aportado algo y nos lo hacen saber. No nos den las gracias a
nosotros, gracias a ustedes por leernos y apoyarnos. Si realmente tienen un
sueño, luchen por llegar a tocarlo. Un año atrás por estas fechas, Australia
sólo era una utopía y al final lo conseguimos. Que se nos chafara es otra
historia, pero con paciencia y determinación las cosas llegan. Conseguir
aquello por lo que uno pelea es una satisfacción que la dan pocas cosas. Les
animo a perseguir el sueño australiano o cualquier otra cosa que les haga
felices. Lo que se aprende en el camino es impagable.
¿Nuevos temas sobre los que hablar? Se me están agotando pero me gustaría seguir ayudándoles.
Desde Gran Canaria, Feliz Navidad y que 2014 venga cargado de cosas bonitas que contar.
Spam
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