Segunda reseña informal. Como
les comentaba en el post anterior dedicado a mis lecturas sobre el país, de
nuevo, la Obra Social de Acogida y Desarrollo ha puesto delante de mi un
libro de literatura de viajes. Esta vez se trata de “Boomerang. Viaje al
corazón de Australia” (Biblioteca del viajero ABC, 2000), de Xavier Moret,
escritor y periodista catalán. Lo primero que me llamó la atención fue esto
mismo, que fuera español, quería saber como veía un paisano, las Antípodas de
principios de década, cuando aún no se habían celebrado las olimpiadas, que
tanto dicen que han hecho crecer la popularidad del país.
Siendo
sincera, la primera mitad del libro me la leí porque ya lo había empezado. Al
principio no había nada que me enganchara, ¿tenía el listón muy alto con Bill
Bryson como precedente?. El señor Moret me resultaba soso e inapetente. No
transmitía ilusión o disfrute, y a casi todas las experiencias les ponía alguna
pega. Por momentos, parece que lo han secuestrado en el país y tiene que contar
lo que le ocurre por obligación. Para muestra, un botón:
“Hay más de ochenta bodegas en Hunter
Valley, con viñas que no tienen nada que ver con las europeas.(…) La sensación
de engaño aumenta cuando el viajero descubre que las bodegas tienen techo de
uralita o de cinc, como cobertizos provisionales, sin rastro de historia o de
encanto”.
Después
de leer esto, en la página 58, me dieron ganas de dejar el libro. Me da mucha
pena, la incapacidad que demuestra para valorar o apreciar lo diferente, en
ocasiones minusvalora lo australiano en pro de lo que conoce. Me planteé
incluso, si se había formado de algún modo sobre la historia del continente,
porque me pareció un tanto incomprensible que no fuera capaz de comprender
realidades propias de la juventud de la nación. Aún con todo, decidí seguir,
porque intuía que algo podía sacar de él.
Transcurren
muchos capítulos sobre tópicos que ya conocía: cerveza, grandes ciudades,
museos que no lo son tanto, la amabilidad de los aussies y su modus vivendi del
“no worries”. Seguía sin ver a Xavier
Moret disfrutar realmente del viaje, hasta que se adentró en el outback y se
vio inmerso en su naturaleza, su cultura y su gente. ¿Será casualidad que su
enamoramiento comience en una típica BBQ o barbacoa bajo las estrellas? Yo creo
que es parte de la magia del territorio. A pesar de mis críticas, el escritor ganó
otro punto cuando comenzó a prestarle atención a los aborígenes australianos,
se detiene a explicar leyendas, conocer la historia de sus parajes naturales
sagrados, de su arte y modo de vida. En general es un tema que me atrae mucho,
espero tener allá la oportunidad de leer más sobre él. Mi objetivo es leer su Dreamtime o Tiempo del sueño para comenzar a conocerles.

P.D.:
Hoy he adquirido otro libro de viajes, en el mismo lugar, que no se si me dará tiempo a leer para hacer una reseña.
P.D. 2: No habemus visa aún…Será para el siguiente capítulo.
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