XXXIV Nueva rutina, hello holidays!

Tras tres meses con una rutina muy marcada por la asistencia a Fusion English, por fin tenemos un respiro. No son vacaciones plenas, porque hay que seguir trabajando, pero el hecho de no madrugar ayuda bastante. Tres meses, y parece que fue ayer. No me canso de repetir que el tiempo pasa volando. El pasado viernes 28 de junio, cumplimos 14 semanas fuera de casa. Sólo 14, pero nos han parecido una eternidad.

Este tiempo libre nos está permitiendo pensar en la decisión que hemos tomado. Nueva visa (muy larga), nuevo curso y nueva rutina. Aún persiste ese pensamiento de si habremos hecho bien o no en venir. El trabajo no lo es todo y el que tengamos dinero para sobrevivir tampoco, porque nada de eso cura lo mucho que echamos de menos estar en casa, en la de verdad. Ahora que se acerca la fecha de la boda, el “homesick” crece un poco más si cabe. A todos los que nos leen y se han casado o están planeando hacerlo, saben lo importantísimo que es tener a la familia al lado ese día; de hecho no sé cómo estamos siendo capaces de hacerlo. Sólo se me ocurre, que es una más de las tantas cosas que nos están haciendo más fuertes. A pesar de todo, tenemos la gran fortuna de que la pequeña familia que tenemos aquí, nuestros amigos, nos están apoyando mucho en todo esto.

Cuando leo las noticias sobre gente como nosotros (véase ésta de El País) y muchos de ustedes, a cerca de los que estamos fuera de España, me parece injusto que sólo se nos trate como números que vamos en busca de dinero. Siempre se habla de fuga de cerebros, de españoles que no hablan idiomas o de lo bien que cubrimos las necesidades del sector servicios. Alguna vez, me gustaría leer sobre los sentimientos de todos los que estamos fuera del hogar. Ya sabemos por qué nos hemos ido y por qué miles de jóvenes seguirán marchándose, pero nuestra historia no acaba cuando cogemos un avión, comienza una bien distinta y más dura que la decisión de abandonar el nido.

Anyway, no todo es malo. Estamos aprovechando estos días para hacer cosas diferentes, dedicarnos un poco de tiempo y relajarnos para alejar los malos pensamientos. El domingo hemos hecho una visita que nos hacía mucha ilusión desde antes de llegar aquí. Visitamos la famosa Brighton Beach, conocida por sus casitas de colores. Estamos a unas pocos paradas de tren desde casa y el paseo mereció la pena. No sólo es una zona residencial preciosa, es bastante tranquila para ser tan visitada y muy acogedora. Iremos más a menudo. El día se completó cuando decidimos tomar algo en un pequeño café. Un latte se convirtió en dos horas de conversación con el matrimonio italiano que regentaba el negocio (Nick y Lucía). 46 años en Australia, hijos, nietos y toda una vida dejada atrás para buscar el mejor futuro posible. Nos dieron mucho aliento…¡La voz de la experiencia! Da gusto encontrarse gente buena y encontrar apoyo donde menos los esperas.

A la vuelta nos encontramos con una sorpresa en el tren: ¡La mascota del St. Kilda repartiendo regalos! Nos hicimos con un osito, no lo pudimos resistir.

Y para completar el día, paseo por el interior de Luna Park.

Carrousel, Luna Park

Ahora estamos buscando cosas que hacer en este mes y sin que nos cueste mucho dinero. Querríamos hacer alguna excursión más o menos cercana (¿Phillip Island?, ¿Great Ocean Road?), algún evento deportivo (¿Footy?, ¿Soccer?) o la Comic Con que es este fin de semana (¿tendremos tiempo con el trabajo de por medio?)…Pero ya se verá, nos dejaremos llevar. Si no hacemos nada, tampoco es malo, seguro que hallamos el modo de pasarlo bien.

Quiero terminar dándoles a todos las gracias por los buenos deseos que nos han mandado al leer lo de la boda. Estamos muy muy agradecidos y leer cosas tan bonitas estando tan lejos, nos alegra un poco el alma. Gracias a todos de corazón.