martes, 19 de febrero de 2013

XI Reflexiones

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Estas semanas están siendo bastante duras, es como cuando haces un examen que llevas preparando mucho tiempo y estás esperando la nota, deseando que al menos hayas llegado al 5 pero sabiendo que existe la posibilidad de haber suspendido. Nos sentimos así. Llevamos meses y meses con este proyecto en la cabeza, todo era más fácil cuando era una utopía, cuando sólo se trataba de alimentar sueños a través de imágenes, noticias o lecturas para escapar de la realidad del día a día. En mi caso, Australia ha sido la motivación para acudir a un trabajo que llegué a odiar, para no gastar dinero en una pieza de ropa que me pudiese gustar o algo tan simple como dejar de ir al cine para ahorrar.
No quiero hacer de esto un victimismo fácil, me remito al primer post de este blog, recordando que sólo somos dos más que vamos a irnos de España. Pero sí es cierto que no todo el mundo comprende esta decisión. Ayer leía con asombro los comentarios de los lectores de un artículo del Canarias 7  donde se cuenta otra historia de una canaria que se va a Australia. Me parecieron duras las acusaciones de llamarla “niña de papá” o decir que debería quedarse a levantar el país en vez de marcharse. ¿En serio?, ¿tan lejos está esa gente de la realidad?. Muchos de ustedes me han dicho que es muy caro irse a Australia, que por qué no emplear ese dinero en otra cosa o simplemente guardarlo para las vacas flacas. Nuestras vacas no están flacas, nuestras vacas están en los huesos hace tiempo, y si ya cuento con que el mes que viene se me acaba el subsidio por desempleo y a Aitor se le acaba el trabajo que ha tenido por mes y medio, peor vamos. ¿Otro año más dejando currículums B por toda la isla pendientes del teléfono o un email?, ¿otro año más con sueldos de chiste sin poder hacer nuestra vida?. No gracias.
¿Qué hacer con un dinero que tarde o temprano se irá gastando inútilmente?, pues invertirlo en un futuro mejor. Ya estudiamos más que muchos, ya hemos tenido trabajos de todo tipo y aún ahorrando, no da para independizarnos, más que nada, porque ya no hay ingresos. ¿Cómo levantamos el país?.
 A esta chica, Sofía, también se le echa en cara que su familia la haya ayudado, dicen que así no es emigrar, que es un Erasmus. De verdad, no lo entiendo, nuestra familia también nos ha ayudado y no por eso no lo vamos a pasar peor. ¿Qué concepto se tiene del emigrante?, ¿emigrante es sólo aquél que entra ilegalmente en un país sin un duro?. Si creen que nosotros pensamos que va a ser un camino de rosas están muy equivocados. Nos vamos con los pies en el suelo, sabiendo que la vida es cara y que los trabajos no se regalan. Pero también tenemos la esperanza, cosa que aquí perdimos hace tiempo, de que todo ese esfuerzo será recompensado, porque allí en casi cualquier trabajo, cobraremos por hora lo que aquí cobrábamos por día. Somos conscientes del esfuerzo y queremos afrontarlo, las posibilidades aquí ya se nos agotaron.
También para todas esas personas que son de la opinión del emigrante “niño de papá”, en el que, por lo que se ve, nos podrían incluir, les invito a que se den un paseo por el blog de AUssieYouToo y lean todas esas entrevistas de gente que se ha marchado y que con mucho trabajo han conseguido lo que se proponen, a ver si siguen pensando que cruzar el mundo solos para poder aspirar a algo más, es fruto de los mimos de la familia.
Les dejo un último apunte, que es lo que me ha inspirado a escribir este post. Hace un rato, en Twitter, he leído el último tweet de Marta Caparrós -como dicen en la web, “la voz cantante” de AussieYouToo-. Les pongo en antecedentes: Marta y Juan están saliendo últimamente en muchos medios de comunicación, su aparición ayer en Espejo Público  ha hecho que reciban un aluvión de emails de personas interesadas en ir a Australia. De ahí, este mensaje de Marta: Ojala pudiéramos ayudar a todas estas familias que nos piden trabajo. Todo el día leyendo emails muy duros, familias enteras sin trabajo...”
Ahí va, dedicado a todos los que piensan que emigrar es un capricho, en vez de alegrarse porque alguien pueda optar a una vida mejor.
Gracias a todos los que nos apoyan con sinceridad y con el corazón, nos gusta saber que están ahí. 
Por nuestra parte, hemos hecho un segundo intento para que nos acepten el visado de pareja. Seguiremos esperando la buena noticia.

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