domingo, 31 de marzo de 2013

XXI Capítulo 1: Vuelo LPA-MEL


No podíamos creer que hubiese llegado el día. A las 5 de la madrugada estábamos facturando en el Aeropuerto de Gando. Nos llevamos la primera sorpresa cuando supimos que nuestras maletas iban directamente a Melbourne y no había necesidad de recogerlas en Madrid para volver a facturar. Por tanto, podríamos haber llevado dos maletas y 10kg de equipaje de mano, porque el equipaje se regiría por las normas de AirEuropa. Gracias Halcón Viajes y operadoras de AirEuropa por la des-información.
La despedida fue bastante dura, salí de casa más bien tranquila, la serenidad de mi madre me ayudó mucho y me sigue ayudando, es una campeona no se como guanta todo esto. Pero al despedirme de mi padre me derrumbé y me costó mucho recuperar la compostura. Ver la isla, mi casa y mi lugar de nacimiento (Tenerife) desde el avión fue horrible y no podía parar de llorar, pero poco a poco fui calmándome, también para que Aitor no lo pasara peor de lo que ya lo estaba pasando. Si disculpan mis palabras, fue muy jodido.

Llegamos a Madrid, pasamos allí 4 horas, tardamos mucho en cambiar de terminal (menudo follón de aeropuerto) y cuando llegó el momento de coger el vuelo a Doha, estaba retrasado, lo cual supuso el mayor de nuestros problemas: perdimos la conexión a Melbourne, sólo había una hora de diferencia entre un vuelo y otro y además el avión tardó en aterrizar porque las pistas estaban saturadas. En Doha pasamos la primera prueba de fuego, buscar un lugar donde nos cambiaran el vuelo y hacernos entender en inglés. Tragamos una cola de más de una hora, donde había muchísima gente enfadada y gritando a los azafatos. Nosotros cansadísimos tras 7 horas de vuelo, flipando en colores, cargando con el equipaje de mano (maldita la hora en que no pillamos maletitas con ruedas) y con la incertidumbre sobre qué iba a pasar.
Masserati en el Duty Free, como el que no quiere la cosa
Cuando llegó nuestro turno, sorprendentemente entendimos lo que nos decían y nos hicimos entender mejor de lo que pensábamos. Nos ofrecieron quedarnos 24 horas en Doha a cargo de Qatar Airways o esperar 4 horas para tomar un vuelo a Singapur de otras 7 horas y luego ir a Melbourne con Singapore Airlines, otras 5 horas. Escogimos lo segundo, sólo queríamos llegar y salir de los aeropuertos. Nos llevaron a una sala de espera muy cómoda, donde pudimos comunicarnos con la familia y contarles lo ocurrido, conocimos a una familia muy curiosa: sudanesa de origen chino y religión musulmana, Muhamad de 13 años hablaba 6 idiomas, la niña de unos 5 hablaba 3 y su madre otros tantos. No entendían como nosotros sólo hablábamos la lengua materna y sabíamos tan poco inglés. “Welcome to the spanish education” supongo. Por cierto, en Doha el dinero puede olerse.
Terminal de Singapur
El vuelo a Singapore fue bastante bien -en general todos-, las compañías de este lado se lo montan bastante bien. Nos hartaron a comer y beber, las azafatas eran súper atentas y todo parecía funcionar a la perfección, tanto en Qatar como en Singapore. Igualmente, todas las horas que pasamos de Gran Canaria a Melbourne parecen hoy una mala pesadilla.
Finalmente, tras 4 aviones y tres días de viaje, el sábado 30 de marzo llegamos a Melbourne. Tuvimos que pasar un control de pasaporte, nos preguntaron hasta 3 veces, diferentes agentes de inmigración, por cuánto tiempo estaríamos en el país y que pensábamos hacer. En el avión rellenamos la famosa tarjeta de artículos prohibidos, sin saber muy bien lo que ponía, declaramos el tabaco. Nos habíamos informado desde España y supuestamente podíamos llevar un cartón de tabaco cada uno, pero resulta que no, sólo 50 cigarros por persona. Por tanto, al haberlos declarado (pensado que si nos revisaban la maleta lo encontrarían y nos multarían), pasamos por el famoso control de la tele, ese con el que tanto han bromeado todos. Abrimos la maleta y nos dejaron con 5 cajetillas de tabaco. La otra opción era pagar $140 y quedarnos con todas, por supuesto pasamos del tema.
Salimos del aeropuerto y cogimos un taxi hasta el hotel, el taxista era muy amable, hasta nos perdonó $4 por no llevar suelto, pero la bromita costó $50. La llegada al hotel, para el segundo capítulo.

2 comentarios:

  1. Que gran Blog!!! y que gran aventura estáis viviendo!!!

    Os deseo mucha suerte en esta gran andadura, seguro que conseguís lo que os proponéis, no sólo por el coraje y ganas que le estáis echando sino porque los canarios somos los mejores jajaja. Un abrazo fuerte pareja... Hablamos Aitor cuídate mucho y a darle caña a los canguros.

    See you soon and good luck!!!!

    PD: Uff Aitor al final sí que podías llevarte la xbox jajaja :) :)

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  2. Gracias Esteban espero que nos sigas jejejje pues mira lo de la xbox no hubiese estado mal, pero los juegos son super caros comparados cos los nuestros. Gracias por los ánimos un abrazo!

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