lunes, 1 de abril de 2013

XXII Chapter 2: Welcome to Melbourne

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Llegamos al hotel a las 9 de la mañana, pero no podíamos entrar a la habitación hasta las 3 de la tarde. A las 10 nos permitieron dejar las maletas así que tuvimos que ir de paseo involuntario hasta que se hiciera la hora. ¡Menuda gracia! Llevábamos 3 días sin ducharnos y sin apenas dormir, así que nuestro primer día fue bastante raro, por no decir desagradable. Andábamos borrachos de sueño, no pudimos disfrutar de las sensaciones de conocer algo por primera vez, más que excitante nos resultaba indiferente, sólo queríamos meternos bajo el agua y dormir.

Catedral de St. Paul, frente a Federation Square

A pesar de todo, nos movimos fácilmente, es todo cuadriculado y no tiene pérdida, está bien señalizado y el hecho de haber estado viendo mapas tanto tiempo (cuando mirábamos los pisos o buscábamos hotel) permitió que nos situásemos por lugares de referencia. Lo primero que nos sorprendió es lo extremadamente caro que es todo en el centro, el primer gasto fueron dos cafés en McDonalds, por estar al lado del hotel, y ya se nos fueron $6. La guía de Lonely Planet nos permitió visitar lugares importantes, y sin querer fuimos viendo todo aquello que sólo conocíamos a través de fotos. Nuestro punto más importante ha sido Federation Square, por la wifi gratis, que nos ha permitido comunicarnos con casa, no sin la ayuda de nuestros telefonistas particulares, Esteban, Chede, Encarna y Diana, que han llamado a nuestros padres para decirles que andábamos conectados siempre que se lo hemos pedido. Mil gracias gente, no saben de cuánta ayuda nos han sido.
Cuando por fin pudimos ir al hotel, caímos rendidos en seguida, tanto que a las 4 ya duchados y en pijama nos quedamos dormidos y no nos despertamos hasta las 9, tuvimos que ir de nuevo a la ciudad para conectarnos y a las 12 de vuelta a casa. Todo lo hemos hecho andando, es una ciudad en la nos sentimos seguros sea a la hora que sea.
Al día siguiente, ya un poco más recuperados, tuvimos la entrevista del piso. Nos costó un poco encontrar la casa, no estamos acostumbrados a tranvías o el metro y salirnos de las guaguas fue complicado, era día de Pascua y nos regalaron chocolate así que lo llevamos mejor. Finalmente, preguntando e intentando orientarnos, llegamos. Tenemos que decir que la casa nos encantó, el barrio es súper tranquilo (típico estilo british con casas de una planta, jardincito y señoras paseando a sus perros).
El owner, Gary es un encanto de hombre y a Pau ya lo conocíamos un poquito desde la distancia (por el blog, AUssieYouTOO, y alguna conversación por Skype), además viviría con nosotros Pedro, un caniche cariñosísimo que debe su nombre a Almodóvar. Nos caímos todos bien, la casa nos gustó y el día 1 celebramos mi cumpleaños mudándonos a nuestro nuevo hogar en Oz. Ha sido todo un lujo tener casa a los dos días, gracias Pau por echarnos una mano (o el brazo entero). La última noche en el hotel fue horrible, a las 4 de la madrugada estábamos despiertos, así que desayunamos en el 7eleven a las 6, recogimos todo y nos preparamos para dejar la habitación a las 10. Llevar una maleta de 23kg, una mochila y un bolso cada uno para coger dos tranvías fue una experiencia para olvidar. Pero finalmente llegamos a nuestra nueva casa.
Ya hemos pasado nuestra primera noche en casa, hecho las primeras compras de comida (todo es carísimo, ya dedicaré un post) y hemos seguido conociendo la ciudad. Cada rincón sorprende y todos los días encontramos algo nuevo. Hemos abierto la cuenta en el banco y ahora nos quedaría hacernos el tax file number (es como el número de la seguridad social) y tener el carnet de estudiante, que nos darán en la escuela, para comenzar a buscar trabajo.
Por el resto intentamos adaptarnos lo mejor posible: comunicarnos en inglés, situarnos en el mapa, pasar el jet lag, conocer las paradas de tranvía y metro, acostumbrarnos a los precios y la moneda…Lo normal cuando uno cambia de país supongo, afortunadamente tenemos que decir que absolutamente todo el mundo es muy amable, cosa que sorprende y ayuda mucho. Ahora toca seguir haciendo de “guiris” hasta que lleguen las responsabilidades estudiar y trabajar. Enjoy!

P.D.: Hemos conseguido el objetivo de cumplir mis 28 aquí, gracias de todo corazón a todos los que me han felicitado, ha sido muy especial y con algo de añoranza, pero es el precio que hay que pagar por intentar cambiar las cosas.

1 comentario:

  1. Bueno guapa, lo más duro ha pasado, que fue la salida de casa y el traslado tan fatigoso que han tenido que soportar. A partir de ahora a disfrutar de ese pais que estoy segura será precioso, y ante todo a aprovechar del curso, para que, pase lo que pase, les sea provechoso en un futuro, o bien ahí o en cualquier lugar donde decidan instalarse, y poder crear un hogar, con un muy buen trabajo para ambos, se los deseo de corazón, muchisima suerte BESOS

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