jueves, 10 de octubre de 2013

XLI De profesiones y frustraciones: reflexiones

Hoy hace un mes que llegamos a Las Palmas, nos dimos una semanita de descanso pero pronto empezamos a buscar trabajo. El panorama es peor del que esperábamos, más aún cuando las cifras de paro juvenil en Canarias se han elevado hasta el 70% y nos situamos en segundo lugar en cuanto a tasa más alta de paro en general. 

Personalmente, nos encontramos ante una crisis de identidad profesional. Pasamos por la Universidad obedeciendo a una vocación, queríamos ser historiadores y además, Aitor Arqueólogo y yo Gestora de Museos. Siendo estudiantes y recién titulados, tuvimos la oportunidad de hacer nuestros pinitos en el campo, Aitor excavando de manera voluntaria y ambos ejerciendo de guías de exposiciones por cortos períodos de tiempo o haciendo nuestras propias investigaciones. Después de eso, hemos tenido una avalancha de trabajos no cualificados y muy alejados de aquellos sueños que teníamos hace unos años. Encuestas por la calle, promociones en supermercados, azafatos, dependienta, repartidor de compras...Y la experiencia australiana que ya la conocen bien.


La cuestión es, si nunca se nos ha dado la oportunidad de ejercer con nuestra titulación, y el resto de trabajos que hemos desempeñado son tan dispares, ¿qué somos realmente?. No hemos controlado nuestra carrera profesional (por llamarla de algún modo) de tal manera que ahora podamos destacar en algo. Quien ha controlado nuestra carrera ha sido Don Dinero, tras el cuál hemos ido allá donde ha estado. ¿Nos hemos hecho algún favor?. La necesidad va en primer lugar, pero, me pregunto muy preocupada, ¿ésta va a ser la historia de nuestra vida?. Trabajos no cualificados, de corta duración, sin tomar el timón de la situación, a cambio de dos duros y sobre todo, no siendo felices. ¿Es este nuestro futuro?.

Esta semana nos hemos dirigido a la zona turística de la isla a buscar trabajo en restauración o limpieza, el resultado ha sido que sólo nos han recogido 9 currículums, uno de ellos entró a un buzón en el que tuvimos que empujar con las manos decenas de CV para meter los nuestros. En el resto de lugares nos derivan a páginas web donde aparecen pocas ofertas de trabajo, piden muchos idiomas y aplican cientos de personas para un sólo puesto. Lo mismo pasa con las webs tipo Infojobs. De lo nuestro obviamente no sale nada y cuando crees que puedes aplicar por alguna oferta, encuentras que antes que tu lo han hecho 1344 personas (verídico, para un puesto de dependienta). ¿Qué hacer?.

Estamos rondando los 30, seguimos viviendo con nuestros padres a pesar de estar casados y todos los años dedicados a nuestra formación parecen no haber sido suficientes para ganarnos la vida del modo que, con 18 años, al entrar en la Universidad, escogimos. ¿Es justa para todos nosotros, para ustedes, ésta situación?. Lo único que se me pasa por la cabeza para remendar esto, es redirigir nuestra carrera profesional estudiando de nuevo, es obvio que haber estudiado Historia, a día de hoy, no lo vemos como una buena decisión. Pero, ¿estudiar qué?. Habría que analizar si existe algo que nos apasione lo suficiente como para dedicar entre 2 y 4 años de nuestra treinteañera vida. ¿Merecería la pena re-profesionalizarse?, ¿sería la solución a largo plazo a todos estos males?.

Esta reflexión poco tiene que ver con Australia, pero no difiere de la situación de muchos de los que nos leen. De no encontrarse a una situaición parecida a la nuestra, no estarían pensando en cruzar medio mundo, ¿no es así? ;)

Del mismo modo que perseguimos el sueño de ir a Australia hasta conseguirlo, pelearemos para salir de ésta situación. Ahora nos toca pensar y marcar nuevas metas, demasiadas preguntas sin respuesta.

Feliz semana a todos

P.D.: Pronto les hablaré de dónde comprábamos y cuánto gastábamos en lo más esencial para nuestro día a día en Melbourne.

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